Sin reyes
Monthly House View - NOVIEMBRE 2025 - Descagar aqui
Mientras las preciosas joyas de la Corona, símbolo resplandeciente de la monarquía francesa, desaparecen en un espectacular robo en el Museo del Louvre, ya calificado como el “golpe del siglo”, Francia atraviesa un momento inédito: la encarcelación, por primera vez, de un expresidente de la República. Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, en un contexto donde el viento del populismo sigue soplando con fuerza en el mundo, Estados Unidos es sacudido por una movilización sin precedentes. A finales de octubre, cerca de siete millones de estadounidenses toman las calles en la manifestación “No Kings”, denunciando las derivas autoritarias de Donald Trump. Sin embargo, a pesar de esta masiva protesta, el presidente persiste y da un paso más, tomando la decisión unilateral de demoler el ala este de la Casa Blanca para transformarla en un salón de baile.
Los reyes siempre han sido asociados al oro, símbolo de poder y riqueza. De hecho, el Despacho Oval, recientemente revestido de oro por el inquilino de la Casa Blanca, no pasa desapercibido. Pero en 2025, es el oro quien reina. Con un récord histórico de más de 4.300 dólares por onza en octubre, el metal precioso muestra un impresionante aumento de más del 50% desde principios de año, posicionándose como uno de los activos que mejor comportamiento ha tenido en 2025.
Entonces, ¿qué explica este auge del metal dorado? En primer lugar, su estatus como valor refugio se fortalece frente al creciente endeudamiento de los Estados y al bloqueo presupuestario estadounidense, el segundo más largo de su historia. Además, el oro representa una protección frente a las preocupaciones relacionadas con una posible pérdida de independencia, y por ende de credibilidad, de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, que podría derivarse del cambio de su presidente el próximo año. Tradicionalmente considerado como un escudo contra la inflación, el oro también se beneficia del auge de los ETF, que han democratizado su acceso a una gama más amplia de inversores. Finalmente, los bancos centrales de las economías emergentes continúan fortaleciendo sus reservas de oro, reduciendo su dependencia del dólar en un contexto geopolítico que sigue siendo tenso.
La verdadera pregunta subyacente es cuánto tiempo podrán los gobiernos seguir viviendo por encima de sus posibilidades. Después del periodo del COVID-19 y la política de “cueste lo que cueste”, la realidad es que los países ricos presentan hoy una deuda pública equivalente al 110% de su PIB, ¡un nivel nunca visto desde las guerras napoleónicas!
¿Cómo curar nuestra economía enferma, paralizada por su exceso de deuda? El tratamiento parece claro, y requiere principalmente tres ingredientes: primero, una dosis de inflación; segundo, un poco de represión financiera u otros medios para orientar las compras de los actores del mercado financiero hacia los bonos del Tesoro, permitiendo mantener los tipos de interés artificialmente bajos. Me detendré un momento en este punto porque el caso de las stablecoins1 resulta interesante. El principal stablecoin respaldado por el dólar se llama Tether, y el año pasado fue el séptimo mayor comprador de bonos del Tesoro estadounidense, por delante de Canadá. ¡Posee cerca de 130 mil millones de T-Bills2!
Finalmente, el tercer componente de la receta, y no menos importante, es el crecimiento. La buena noticia es que revisamos al alza el crecimiento mundial para 2025 y 2026, como podrán leer en esta edición. La resiliencia del mercado interno estadounidense ha sido un motor hasta ahora; y como demuestra el economista Robert Shiller a través de su teoría de la “economía narrativa”, mientras el consumidor crea en el “sueño americano” —aunque no sea necesariamente racional—, consumirá. Además, el crecimiento está siendo impulsado por las inversiones récord en inteligencia artificial (IA).
En este número también profundizaremos en las nuevas características del mercado laboral estadounidense y, como de costumbre, compartiremos nuestro posicionamiento en las carteras.
1 El stablecoin es una criptomoneda cuyo valor es estable porque está respaldada por un activo tangible, como una moneda fiduciaria (por ejemplo, el dólar).
2 Un T-Bill (o Treasury Bill) es un bono del Tesoro a corto plazo emitido por el gobierno de los Estados Unidos para financiar sus necesidades de liquidez.
Monthly House View, 24.10.2025. - Excerpt of the Editorial
05 noviembre 2025