Monthly House View - Marzo de 2023 - Descargar aqui

En febrero, los titulares se centraron en la noticia de un globo chino sobrevolando el territorio estadounidense, cuya explosión echó por tierra toda esperanza de mejora en las relaciones entre China y EE. UU. No es la primera vez que ocurre algo así. Entre marzo de 2021 y agosto de 2022, se identificaron nada menos que 163 globos en el espacio aéreo estadounidense. Ambos países se acusan mutuamente de espionaje. A diferencia del globo de febrero, la desglobalización, o más bien la regionalización, prosigue su ascenso.

La tendencia alcanzó nuevas cotas, como se observa en la región de Asia-Pacífico, reforzada por la histórica Asociación Económica Integral Regional, que representa un tercio de la población, del PIB y del comercio del mundo. Actualmente, más del 50% del comercio de estos países se lleva a cabo en esta región y el porcentaje sigue en aumento.

Otra tendencia que se acelera es la diversificación de la oferta, sobre todo, desde la crisis de el COVID-19. Un ejemplo esclarecedor en este sentido es el abastecimiento de gas europeo. Hasta 2022, Europa dependía de Rusia, pero ahora diversifica importando gas natural licuado (GNL) de EE. UU. y África.

La cuestión clave aquí es si esta diversificación del suministro del gas de Europa y la crisis energética van en contra de la transición energética y la diversificación hacia fuentes de energía renovables. La mayor parte del gas estadounidense se extrae mediante fracturación hidráulica, una tecnología prohibida de forma general en la UE por motivos medioambientales. El GNL estadounidense también consume más energía que el gas ruso transportado por gasoducto, ya que debe enfriarse y presurizarse antes de enviarlo a través del Atlántico.

Aunque la reapertura de la economía mundial tras el COVID ha resultado perjudicial para el clima y las emisiones de CO₂, la transición energética ya está en marcha. Aunque se prevé que el incremento de las emisiones de CO₂ procedentes de combustibles fósiles ha sido del 1% entre 2021 y 2022, hasta su máximo jamás registrado, se espera que las emisiones en China y la UE hayan disminuido en 2022.

En 2021, China construyó tantos parques eólicos marinos como el resto del mundo en los últimos cinco años y ya alberga la mitad de los parques eólicos marinos del mundo. Sin embargo, quizá el principal reto sea lograr la independencia en metales y tierras raras, vitales para la transición energética. Desde este punto de vista, el caso del globo espía no es más que un pretexto que ilustra el ritmo creciente de la regionalización y la consiguiente diversificación de los proveedores.

El incidente aún no se ha desinflado del todo, pero mantenemos el optimismo en que la economía mostrará una resistencia mayor a la esperada este año. En un entorno económico más sólido de lo que se preveía hace apenas unos meses, dos países siguen sorprendiendo al alza.

• En primer lugar, China, que reabre su economía tras tres años de confinamientos. La recuperación del país está siendo impulsada más por la demanda que por la inversión. Consideramos que el excedente de ahorro de los hogares es un motor positivo del consumo y de la inversión en los mercados financieros, ya que la población busca diversificar sus ahorros para la jubilación.
• En segundo lugar, EE. UU., que hasta ahora ha resistido bien las presiones derivadas del aumento de los tipos de interés, para sorpresa de todos. Los hogares estadounidenses mantienen la confianza y continúan consumiendo en un contexto de desempleo muy reducido.

Es probable que la subida de la renta variable desde principios de año haya descontado en gran medida estas mejoras, motivo por el cual mantenemos la prudencia táctica y esperamos una ralentización antes de reinvertir.

 

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_{Monthly House View, 17/02/2023 - Extracto del Editorial}